jueves, 19 de julio de 2007

GESTIÓN PÚBLICA Y LAS TICS

Hablar de gobernabilidad en estos tiempos ya no es referirse solamente a la forma como el Estado es conducido por el gobierno de turno, que es el que detenta el poder y toma las decisiones que afectan a todos los ciudadanos. Si bien es cierto que este concepto habría sido extraído del idioma inglés governance, que se refiere al buen gobierno, los usos empíricos de ese vocablo indican hoy que éste significa algo más que eso: la capacidad de gobernar efectivamente, en forma estable o la viabilidad misma del gobierno.
La gobernabilidad es entendida actualmente como la buena interrelación que se da entre el gobierno y los ciudadanos, haciéndose estos últimos partícipes cada vez más directos de los asuntos del Estado, como por ejemplo, participar activamente en los gobiernos locales, provinciales y regionales en la elaboración e implementación de las políticas públicas que van a afectar a la población. Es así como la ciudadanía mediante mecanismos de participación ha ido involucrándose en temas y acciones que antes sólo le competía al Estado, pero no solamente como participante sino también como fiscalizador de las acciones que se emprenden desde el Estado a través de la administración pública, tanto en la eficacia de los servicios brindados como en la efectividad de sus políticas.

Es por eso que el Estado busca constantemente mecanismos de modernización que le permita obtener esa eficacia buscada por todos los gobiernos para lograr la satisfacción de los ciudadanos a través de la cobertura de sus necesidades y la resolución efectiva de sus demandas.

Es en este contexto en el cual se desenvuelve una discusión al respecto sobre la implementación de las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TICs) como instrumentos o herramientas dentro de un plan de modernización del Estado: Un Gobierno Electrónico (GE)


Las TICs son aquellas tecnologías que permiten el uso irrestricto de la información permitiendo que ésta sea transmitida, procesada y difundida en tiempo real y sin tomar en cuenta el espacio ni las distancias. Esta revolución tecnológica ha creado la necesidad del uso de estas tecnologías, las cuales permiten un mejor manejo de la información, base para la toma de decisiones, en todos los ámbitos de desarrollo humano: económico, político, social y cultural.

La implementación del GE mediante el uso de las TICs como herramienta para lograr la modernización del Estado y hacerlo más eficiente mediante la transparencia y el acceso público a la información, reforzando la asociación fundamental entre el sector público y los ciudadanos, pasa no sólo por el aspecto técnico, es decir, la implementación de máquinas y diversos equipos necesarios para la obtención y transmisión de la información, sino también se debe tomar en cuenta el aspecto político, o sea, la decisión de llevar a cabo este proceso, así como también el aspecto económico respecto al financiamiento y, sobre todo, un factor muy importante y determinante como es el aspecto cultural de los usuarios.

Para tomar una decisión, si implementar o no el Gobierno Electrónico, se debe tener muy claro tanto la importancia que tienen las TICs para el desarrollo de una institución, organización, pueblo o país, como el objetivo principal que se quiera alcanzar con el uso de éstas, porque el objetivo no es la implementación per se, sino lo que se quiere lograr con esta implementación.

Se habló de tres niveles que se deberían tomar en cuenta para la implementación del GE en un proceso de modernización del Estado, siendo el primero de GOBIERNO A GOBIERNO, lo que se refiere a la implementación de las TICs en los propios sistemas y procedimientos internos del gobierno, como primer paso, antes de iniciar las transacciones electrónicas con los ciudadanos y los negocios. Es muy importante desarrollar eficientemente este nivel, ya que con una red de conexión e información que interconecte a todas las instituciones del Estado facilitaría enormemente la labor desempeñada por la administración pública en su relación interna, dentro de su misma organización como entre organizaciones del Estado. Una vez alcanzado este logro se pasaría al siguiente nivel.
El siguiente nivel sería de GOBIERNO A NEGOCIO, que busca reducir costos y conseguir mayor competencia en las adquisiciones y la interacción con los contratistas o proveedores del gobierno, lo cual ayuda también a la transparencia del proceso.

Y un tercer nivel es el de GOBIERNO A CIUDADANO, que busca facilitar la interacción del gobierno con el ciudadano, realzando el acceso a la opinión pública, facilitando la interacción de ciudadano a ciudadano, superando el tiempo y las barreras geográficas. Este nivel es, a mi parecer, el objetivo a alcanzar a través de la implementación del GE, ya que estos avances tecnológicos son utilizados como herramientas para el acercamiento del gobierno al ciudadano, lo que generaría una buena interrelación entre ambos, lo que nosotros llamamos en un principio gobernabilidad.

En mi opinión, es indispensable que la implementación de un GE pase necesariamente por los niveles descritos anteriormente, ya que para que se logre alcanzar con facilidad la interrelación gobierno-negocio y finalmente gobierno-ciudadano, se debe primero consolidar la interrelación entre instituciones del Estado para, así, brindar mejores servicios a la ciudadanía y lograr la satisfacción de los ciudadanos-clientes.

Por otra parte, el proceso de implementación se presenta muy complicado para los tres niveles, encontrándose con barreras desde el proceso de decisión, ya que el gestor público encargado de tomar la decisión debe estar completamente convencido de la viabilidad del proyecto y tener la confianza suficiente no solo para iniciar el proyecto sino para continuarlo hasta que muestre resultados, cosa que no es fácil conseguir. También encontramos la resistencia al cambio, rechazo a la modernización porque se entiende como sinónimo de reducción de personal o despido, la desconfianza que se tiene a los sistemas automatizados por la creencia que puedan ser manipulados, la seguridad que se puede brindar a la información y muchos más prejuicios con los que se enfrenta un proyecto de este tipo, todo esto como parte de la cultura y las costumbres de una sociedades como la nuestra.

Además de los prejuicios antes descritos, también se debe enfrentar el problema de la brecha digital, la accesibilidad a las TICs es muy restringida en nuestro país, por lo que en muchos casos, un proyecto de este tipo se considera inviable. Como podemos ver, hay diversos aspectos que se deben tomar en cuenta para la implementación de las TICs y la conformación de un GE dentro de una gestión pública que quiere llegar a la eficacia y contar con niveles de gobernabilidad que permitan el desarrollo, aspectos que, al parecer, no se han tomado en cuenta en el proceso de modernización en nuestro país.

Se habla de la Sociedad de la información, de algunas leyes sobre GE, de los portales de transparencia, de un ente encargado del proceso, cosas que finalmente resultan desarticuladas y desconectadas, lo que lleva a la conclusión que no se cuenta con un plan estructurado para el desarrollo del GE en nuestro país, una Política de Estado que detalle las acciones a seguir de manera planificada este proceso, por lo cual los logros alcanzados hasta el momento son escasos, salvo algunos casos, en algunas instituciones donde se han implementado de manera independiente el uso de las TICs. Pero esto es algo paradójico, porque lo que se quiere lograr a través del uso de estas herramientas y el establecimiento del GE es la integración del Estado a través de la tecnología, el compartimiento de información entre las distintas instituciones para poder lograr un Estado eficiente, que se pueda mostrar al ciudadano para resolver sus demandas y no crearle más problemas con trámites engorrosos y deficiente servicio, incentivarlo para la participación de los procesos de resolución de demandas, pero lo que tenemos ahora en nuestro país son islas de eficiencia, que si bien es cierto, ayudan en parte a la resolución de problema, generaría mejores resultados si comparten su experiencia e incentivan a las demás instituciones a comprometerse para el cambio porque no se trata sólo de incorporar los últimos avances tecnológicos sino también contar con el compromiso de las personas que van a hacer uso de estos. Para la implementación tecnológica se necesita financiamiento económico, pero para lograr un compromiso verdadero por parte del factor humano, se necesita eso y mucho más.

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